El diagnóstico de una enfermedad y el ingreso hospitalario supone un impacto significativo en la vida del niño/a y su familia. Uno de los principales efectos es la interrupción de determinados proyectos y actividades, también a nivel escolar. Es en este contexto que surge el proyecto ALTER (www.um.es/aulashospitalarias), que tiene por objetivo mejorar la atención educativa del alumnado hospitalizado gracias al aprovechamiento de las nuevas tecnologías.
En el trabajo, realizado a lo largo de tres años y liderado por M. Paz Prendes y J. Luis Serrano, de la Universidad de Murcia, han colaborado investigadores de la Universidad de Santiago de Compostela y la Universitat de les Illes Balears. También ha participado todo el Equipo de Atención Educativa Hospitalaria y Domiciliaría de la región de Murcia, los/las niños/as hospitalizados/as de larga estancia y sus padres y madres. En una primera fase del estudio se realizó el diseño técnico-pedagógico de la herramienta telemática y se creó un banco de recursos amplio y organizado. Posteriormente, y mediante la combinación de métodos cualitativos y cuantitativos, se procedió a la recogida de información relativa a las TIC y a su uso educativo.
Una de las principales conclusiones obtenidas a través de esta investigación es que las nuevas tecnologías mejoran la participación y la motivación del alumnado hospitalizado y su estado anímico, así como la satisfacción de los docentes. Las TIC facilitan el seguimiento y la superación de las asignaturas cursadas y a la vez posibilitan la comunicación con los/las compañeros de clase, profesores/as y amigos/as. Por lo tanto, los investigadores concluyen que los recursos digitales son de gran utilidad a la hora de apoyar el proceso de enseñanza-aprendizaje.
En el estudio se recogen también una serie de aspectos importantes a tener en cuenta. El primero de ellos hace referencia a las particularidades del contexto en el que la acción educativa se desarrolla: la diversidad del alumnado (en cuanto a edad, estado de salud, intereses, etc.) y las limitaciones en la disponibilidad de los recursos (equipos tecnológicos y espacios físicos). Otra de las cuestiones a tener en cuenta es el nivel de conocimiento y competencia en el uso educativo de las TIC. En este sentido, la mayoría del profesorado entrevistado destaca la necesidad de recibir una formación básica inicial (para ganar familiaridad con la herramienta informática) y un asesoramiento y apoyo continuado (para asegurar la calidad y la mejora permanente). Un último elemento identificado hace referencia a los principios metodológicos y educativos. Concretamente, se destaca la importancia de considerar la disposición del alumno/a y sus necesidades educativas (consensuadas con el/la tutor/a del centro de origen), planificar el uso de los recursos digitales e incorporar/eliminar materiales al repositorio de acuerdo con su utilidad y adecuación.
La propuesta de integración curricular de las nuevas tecnologías planteada en este estudio supone una contribución importante a la hora de mitigar las carencias existentes en la comunidad científica sobre este tema. Todavía demasiado a menudo seguimos asociando las TIC a la esfera estrictamente lúdica y de entretenimiento, cuando sus posibilidades se extienden y dan respuesta a múltiples necesidades. En entornos y circunstancias de mayor complejidad, tal y como acabamos de ver, hacen posible que el aprendizaje salga fuera de las aulas. Permiten a los/las niños/as, pese a la enfermedad, estar conectados y seguir su propia evolución académica y personal.
Artículo de referencia
Serrano, J. L y Prendes, M. P. (2015). “Integración de TIC en aulas hospitaliarias como recursos para la mejora de los procesos educativos”. Estudios sobre Educación, 28, 187-210.
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