
Diagnóstico del Trastorno Específico del Lenguaje
Para empezar, conviene mencionar algunas consideraciones previas que afectan al diagnóstico del Trastorno Específico del Lenguaje (a partir, de ahora TEL).
No hay un consenso terminológico.
Existe polémica si es correcto y útil mantener el nombre de específico en el trastorno del lenguaje. Hoy día tenemos evidencia de que no sólo afecta al lenguaje sino a otros dominios de tipo perceptivo, motor, cognitivo o conductual. DSM5 excluye TEL y opta por «desórdenes del lenguaje» y además, los trastornos fonológicos y pragmáticos aparecen en categorías diferentes.
No se debería hablar del TEL sino los TEL para designar a una serie de trastornos del desarrollo que implican algún tipo de alteración lingüística.
Es un conglomerado de trastornos heterogéneos tanto en su origen como en sus manifestaciones conductuales. Los niños presentan perfiles del lenguaje tan diferentes que dificulta el diagnóstico. Complica la decisión de cuándo y en qué intensidad requiere atención pública.
Falta conciencia preventiva para identificar las dificultades del lenguaje en estadios iniciales
Existe un desconocimiento de indicadores de riesgo por parte de los equipos que están en contacto con los niños como maestros, educadores y pediatras.
Lo primero es esperar
Desde Salud y Educación menudo se ha adoptado una actitud de espera y se inicia una intervención y una evaluación demasiado tarde y poco intensiva. La etiología (sus causas y las de su aparición) aún es desconocida.
No hay reconocimiento social claro
A diferencia de la Dislexia, todavía no existe un reconocimiento social claro del TEL.
No se ve ¿No existe?
Es una afección invisible: los niños no muestran ninguna alteración física ni sensorial que permita identificarlo. Hay niños con déficits ocultos del lenguaje especialmente en la Comprensión Verbal que no se identifican si no es con una evaluación formal por parte de un especialista. En casos leves es difícil delimitar cuando es un TEL (límites borrosos entre retraso o trastorno).
EDAD DEL DIAGNÓSTICO DE TEL
A los 3 años es muy difícil determinar la permanencia de problema y es compleja la diferenciación respecto a otros trastornos. A través de inventarios de comunicación o escalas de desarrollo se pueden ir analizando las dificultades específicas y si el lenguaje está realmente comprometido. En general, la edad mínima para el diagnóstico del TEL es a los 4 años que se empieza a hablar de posible TEL, para confirmar el diagnóstico a los 5 años.
Diferencias entre un retraso simple del lenguaje y un TEL
A continuación, se presenta una tabla con las diferencias entre un retraso simple del lenguaje y un TEL:
Los problemas de lenguaje son frecuentes en niños, con estimaciones de prevalencia que van del 3% al 7%, dependiendo de la edad y la definición (Norbury et al., 2016; Tomblin, Records et al., 1997; Weindrich, Jennen-Steinmetz, Laucht, Esser, & Schmidt, 2000). En relación con su gravedad y prevalencia, los problemas lingüísticos de los niños reciben menos financiación para la investigación que otros trastornos como TDAH o TEA con los que a menudo coinciden (Bishop, 2010).
CRITERIOS PARA EL DIAGNÓSTICO DEL TEL
Criterios de exclusión
Se propone excluir: DI, TEA, daño neurológico y sordera.
No se excluyen otros trastornos como: TDAH, Dislexia, TPA -Trastorno del Procesamiento Auditivo- que figurarán en el informe como trastornos comórbidos, siendo el TEL la dimensión más afectada.
CI no verbal mínimo
Hasta ahora se ha considerado que el CI no verbal mínimo debería ser 85. Muchos niños con importantes trastornos de lenguaje no alcanzan ese mínimo para ser diagnosticados de TEL. Dado que muchos niños al no ser diagnosticados de TEL no pueden disfrutar de las prestaciones de servicios oportunas y teniendo en cuenta que el criterio de exclusión de DI teóricamente debería ser cuando el CI 70 o menos, se propone fijar un CI no verbal mínimo de 75.
Trastorno específico del lenguaje diagnóstico e intervención
Sin excluir medidas cualitativas y análisis de muestras de lenguaje, el comité propone basar el diagnóstico en la edición castellana del CELF-4 (Semel, Wiig & Secord, 2006).
Para el diagnóstico de TEL, es necesario que la puntuación sea por debajo de la media en la dimensión morfosintáctica siempre y, además, por debajo de la media en fonología o semántica, según sea del tipo fonológico-sintáctico o léxico-sintáctico respectivamente. Nunca se considerará TEL cuando haya un desempeño morfosintáctico normal. Se recomienda repetir la evaluación a los 6 meses, sobre todo con los niños más pequeños, para confirmar el trastorno y valorar los efectos de ella intervención.
Puntos de corte para el diagnóstico de base psicométrica
Por lo menos, las puntuaciones de una de las escaleras centrales del CELF-4 debe ser como mínimo 1,5 DT por debajo de la media. Se recomienda prestar especial atención a los subtests de estructura de palabras, conceptos y seguimiento de direcciones, y recuerdo de oraciones porque son los que discriminan mejor los niños con TEL respecto a los controles.
Otras medidas complementarias
Se recomienda valorar la memoria a corto plazo (repetición directa de dígitos, repetición de pseudopalabras de diferente longitud y composición) y la memoria de trabajo a nivel fonológico (repetición inversa de dígitos, cambiar inicios y finales de pseudopalabras, etc.). También se recomienda medir el rendimiento académico y valorar la conducta a través de inventarios o cuestionarios dirigido a padres y profesores.
Subtipos de Trastorno específico del lenguaje
La clasificación más utilizada e investigada ha sido la de Rapin y Allen (1983, 1987) con 6 subtipos diferentes. De estos seis, cuatro no se corresponden con el TEL tal como se entiende en la actualidad (dispraxia verbal, déficit de programación fonológica, agnosia auditivo-verbal y déficit semántico pragmático). Los dos subtipos que mantienen su vigencia son: déficit fonológico-sintáctico y déficit léxico-sintáctico. La comisión propone mantener estos dos subtipos básicos, entendiendo que en ambos la comprensión puede estar afectada en mayor o menor grado.
PROCESO DE EVALUACIÓN DEL TRANSTORNO ESPEFICICO DEL LENGUAJE
La evaluación tiene como objetivo principal diseñar un perfil individual de funcionamiento (M. Monfort i A. Juárez, 2007). Para ello tiene en cuenta los contextos (familia, escuela y otros), las Fuentes de información (niño/a, padres, maestros y otros) y los instrumentos (entrevistas, tests, cuestionarios, autoinformes, observación y perfiles).
Hay que tener en cuenta algunas consideraciones sobre la categorización, en cuanto a los riesgos y las ventajas:
Riesgos
Sin formación de los maestros, la etiqueta puede convertirse en una barrera y pasar a ser una parte del problema más que de la solución…El diagnóstico se puede convertir en una amenaza para la confianza de los maestros en su capacidad educadora; es decir, se percibe el niño desde la etiqueta, y la respuesta rápida puede ser “no entiendo; que se ocupe el especialista” .
Ventajas
- Diagnosticar es una manera de ordenar, sistematizar y categorizar la realidad para intentar comprenderla mejor y compartirla entre los profesionales y la sociedad.
- El etiquetaje puede dar visibilidad a una problemática que no es atendida adecuadamente.
- El diagnóstico debería contribuir a conocer la naturaleza de los apoyos que un niño puede necesitar para su óptimo desarrollo y escolarización.
Por otro lado, las fases de la evaluación son las siguientes:
Cómo evaluar un Trastorno específico del lenguaje
- Petición de consulta y entrevista con los padres
- Información complementaria: informes médicos y escolares.
- A través de análisis de los datos formular una hipótesis y diseñar un plan de evaluación.
- Observación cualitativa del lenguaje: registros y análisis de producciones espontaneas en situaciones libres (conversaciones, juegos, etc.). provocar situaciones que generen una respuesta lingüística dirigida.
- Evaluación cuantitativa: pruebas y tests estandarizados.
- Descartar otras alteraciones: habilidades cognitivas (capacidad intelectual, memoria, atención, funciones ejecutivas), déficits de audición, trastornos oromotores, psicomotricidad, situación ambiental-emocional.
- Extraer unes conclusiones, establecer un diagnostico y redactar un informe
De cara a la evaluación, el TEL es un trastorno muy heterogéneo que incluye alteraciones en uno o en varios componentes del lenguaje con diferentes grados de afectación. Esta diversidad de factores hace que los niños con TEL presenten una gran variabilidad entre sí. Esto complica el establecimiento de unos criterios diagnósticos claros para poder decidir si un niño/a presenta o no un TEL.
Lo que se tiene en cuenta es:
- Fonética y fonología
- Morfología y sintaxis
- Léxico y semántica
- Pragmática
DETERMINACIÓN DE LA GRAVEDAD DEL TRASTORNO
Por el momento no se han establecido guías clínicas para determinar la gravedad de los trastornos de lenguaje en la infancia y a través de los tests resulta complicado porque depende del test que se utilice.
Existe mucha variabilidad en las puntuaciones obtenidas dependiendo si se evalúa el lenguaje de forma global o por habilidades específicas.
Ballantyne, Spilkin y Trauner (2007) compararon los resultados de niños con trastornos de lenguaje en dos ediciones del mismo test CELF-R y el CELF-3 y comprobaron que tanto los niños con Trastornos de lenguaje como los que presentaban lenguaje típico obtenían mejores puntuaciones en la nueva versión del CELF.
Conti-Ramsden, Botting, Simkin y Knox (2001) detectaron que los perfiles de lenguaje de muchos niños con TEL variaban drásticamente entre los 7 y los 11 años.
Dada esta variación, permanece abierta la cuestión de si las escalas de gravedad son consistentes o varían con la edad.
Los tests estandarizados no siempre reflejan las habilidades y el potencial de aprendizaje de los niños. Los contextos estructurados no suelen facilitar la comunicación social y natural.
EVALUACIÓN DE LA COMORBILIDAD
- Muchos niños con TEL presentan posteriormente trastorno de la lectura (Bishop y Clarkson, 2003; Sanz-Torrent, et al., 2010).
- El TEL puede presentarse en ausencia del trastorno de la lectura (Bishop et al., 2009).
- Muchos niños con dislexia reportan haber tenido problemas en lenguaje oral en la edad preescolar (Scarbourough., 2005).
- También cumplen los requisitos para ser diagnosticados como TEL niños con problemas de lectura (Nation et al., 2004).
- El trastorno específico del lenguaje y la dislexia son dos trastornos diferentes que son muy comórbidos.
Tras conocer un poco más sobre el proceso de diagnóstico de este tipo de trastornos queremos recordaros que desde la consulta de logopedia de Antonio Clemente siempre estamos dispuestos a atenderos y ofreceros asesoramiento en este tipo de procesos y os ayudaremos en la detección de todo tipo de trastornos de aprendizaje.
Por otro lado en nuestro web encontraras un articulo muy interesante con el titulo «Somos mucho más que etiquetas. Somos personas» que habla acerca de como la etiqueta de un diagnostico puede afectarnos.